martes

Boff, la mosca.

Boff es una mosca como otra cualquiera y vive en un mundo donde los pequeños son aplastados por los grandes.

Boff al acecho.

Un día, yendo en busca de comida, se topó con una ventana de una casa baja abierta. No se lo pensó dos veces y entró a husmear. Deambuló por toda la casa hasta que dio con la cocina, donde había un humano preparando la comida. "¡Qué bueno, guey!" se dijo a sí mismo, pensando que se daría un gran festín. Se acercó al cubo de la basura, que estaba abierto, para alimentarse de los restos de la comida que el humano había deshechado pero que él sabría aprovechar. Boff tenía mucha experiencia y sabía que no debía acercarse al humano ni a su comida porque eran una especie muy peligrosa y protectora con sus pertenencias.

Debió ser que Boff hizo mucho ruido comiendo, ya que el humano se percató de su presencia e intentó espantarlo, pero este estaba hambriento y no cesaba en su empeño. Boff nunca llegó a entender por qué su presencia molestaba tanto a los humanos: él simplemente aprovechaba sus desperdicios, nunca se acercaba a la comida que estaban preparando, es decir, que no se inmiscuía en su camino. Entonces, ¿por qué eran los humanos tan susceptibles? En esto estaba pensando Boff cuando se vio atrapado entre los dedos del humano. Le hacía daño, estaba encerrado en su puño, se agobiaba y no podía salir. Cuando logró salir del puño se dio cuenta de que estaba fuera de la casa, y le estaban cerrando la ventana en las narices.

¿Opinan como yo que este cuento muestra que el pez grande se come al pequeño aunque este no estorbe, simplemente por demostrar su poder?

Imagen cortesía de: http://www.ambiental-hitos.com/4images/details.php?image_id=1893&sessionid=f903ed5b9f83a1c7ede75613d2b26299

No hay comentarios:

Publicar un comentario